Turismo sin Respeto: El Lado Oscuro de los Viajes y el Abuso en los Destinos Locales
Turismo sin Respeto: El Lado Oscuro de los Viajes y
el Abuso en los Destinos Locales
El turismo debería ser una conexión entre culturas,
una fuente de desarrollo económico y una oportunidad para el descanso y el
descubrimiento. Sin embargo, para un número creciente de comunidades
anfitrionas, la llegada de visitantes se está convirtiendo en sinónimo de caos,
irrespeto y degradación. Un fenómeno preocupante se extiende por diversos
destinos turísticos: el del turista que olvida las normas básicas de
convivencia y trata los pueblos y ciudades que visita como tierra sin ley.
Cuando la
Celebración se Convierte en Abuso
Las
escenas se repiten con una alarmante familiaridad en pueblos pintorescos,
playas paradisíacas y ciudades con un rico patrimonio cultural. Calles que deberían
resonar con la tranquilidad local o la música tradicional son invadidas por el
estruendo de potentes equipos de sonido instalados en vehículos particulares.
El volumen ensordecedor no solo causa una severa contaminación sónica, sino que
impone una atmósfera de fiesta estridente que desplaza la identidad y la paz
del lugar. Este tipo de comportamiento turístico fractura el equilibrio entre
la celebración popular y el respeto por las comunidades anfitrionas, este tipo
de conducta de irrespeto a menudo es el preludio de una serie de excesos que
escalan rápidamente. El consumo desmedido de alcohol en la vía pública se
convierte en la norma. Bajo sus efectos, las inhibiciones desaparecen y dan
paso a conductas inaceptables. Los turistas protagonizan espectáculos
lamentables, actos indecorosos, se desnudan en público a plena
luz del día, incluso en presencia de niños, realizan actos obscenos y convierten plazas y
calles en
escenarios de fiestas y en baños improvisados.
